domingo, 8 de febrero de 2015

En torno a las ideas de dibujo de concepción y pensamiento figural


 
Autor: JUAN M. OTXOTORENA
Extracto de : SOBRE DIBUJO Y DISEÑO A PROPÓSITO DE LA PROYECTIVIDAD DE LA REPRESENTACIÓN DE LA ARQUITECTURA. 
Diseño-Dibujo: Edward Pari Portillo 

Entre las muchas líneas de reflexión que se van desarrollando en este marco, tal vez se muestran especialmente sugerentes aquéllas que abordan algunas nociones de cuño relativamente reciente e inexplorado, y en parte eminentemente tentativo, como las de «dibujo de concepción» o «pensamiento figural»; y, en general, las que se enfrentan a la idea del dibujo o la representación como vehículo para la comprensión y concepción de la arquitectura, y como el medio y el lugar real del propio discurso de la proyectación arquitectónica1[1].

Según se avanza en los estudios realizados hasta el momento[2], se impone superar la visión del dibujo —y de la expresión gráfica como tal, vista en términos generales— como una disciplina o un conjunto de disciplinas importante, sí, pero esencialmente accesoria e instrumental para el arquitecto; se trata, por el contrario, de llegar a verlo más bien como «... lenguaje mediador de la concepción arquitectónica o, dicho de otro modo, como técnica abierta de la ideación arquitectónica»[3]: como la base misma, la instancia inevitable y el campo y modo propio del ejercicio de proyecto en arquitectura. No es preciso destacar la importancia de una confirmación de este enunciado que, desde luego, alcanza mucho más allá de la mera discusión terminológica: podría comportar toda una larga serie de corolarios y consecuencias que todavía, probablemente, sólo estamos en condiciones de entrever o intuir, si no ya sólo de adivinar. 


De entre las virtualidades o repercusiones globales de esta conclusión cabría entresacar de entrada, por ejemplo, las siguientes: —argumentaría la identidad disciplinar y la razón de ser, desde el punto de vista epistemológico, del Area de Expresión Gráfica y de sus asignaturas, centrando la definición de su objeto de conocimiento y estableciendo las dimensiones específicas de su campo de investigación; y también, al mismo tiempo, la afirmación y acotación de su grado o margen de autonomía; —reforzaría la vinculación de las asignaturas habitualmente incorporadas al Area de Expresión Gráfica, ofreciendo unas bases teóricas firmes a partir de las cuales encarar o arbitrar la correlación y coordinación de los respectivos programas, y las consecuentes estrategias de conjunto en el plano pedagógico, también con vistas a las necesidades de adaptación derivadas de los nuevos condicionamientos coyunturales; —contribuiría a relacionar directamente la docencia en la Expresión Gráfica con la correspondiente en los cursos superiores a las asignaturas de Proyectos Arquitectónicos: entre otras cosas, ya esto mismo sugeriría los parámetros fundamentales a tener en cuenta, desde el punto de vista de las materias del Area (a saber: su dimensión eminentemente gráfica y su vocación de ir expresamente al encuentro de las condiciones del ejercicio de proyecto en arquitectura), a la hora de afrontar las diversas alternativas que pudieran presentarse para articular en la práctica, en cada Escuela, toda eventual reestructuración de la docencia;—e iniciaría toda una línea de estudio que posiblemente, incluso, contribuiría a avistar el horizonte de una teoría global del proyecto arquitectónico (del proyectar en sí, de la arquitectura misma como actividad), con obvias consecuencias en lo que respecta a su práctica y su enseñanza[4]

De hecho, en principio, ya esta misma discusión abre un vasto espacio de análisis y de debate susceptible de ser entendido como un auténtico campo de investigación específico y peculiar del Area de Conocimiento: reclama y ha de merecer por tanto, aquí y ahora, toda nuestra atención teórica y crítica.

Precisamente, cabría apuntar la posibilidad y sugerir la oportunidad de hilvanar las conclusiones alcanzadas hasta ahora, en el marco de esas investigaciones, con algunas referencias —más o menos imbricadas entre sí— pertenecientes a discursos convergentes con los que ellas vienen siguiendo y proponiendo. Se trata, al cabo, de abrirlas a nuevas vías de reflexión que podrían aspirar a apoyarlas, anotarlas, enmarcarlas y eventualmente incluso enriquecerlas: siempre con las miras puestas en las posibilidades de una especie de ámbito de discusión teórica (por no llamarlo «cuerpo de doctrina») específico de nuestras disciplinas; un ámbito de discusión —que no es otro que aquél en el que se desarrollan las presentes consideraciones— cuya misma determinación cumple ya con el objetivo de situarlas en su lugar preciso en el contexto de los programas académicos y de mostrarles toda su proyección: sus argumentos, cometidos y prerrogativas.


[1] Algunas de las ideas desarrolladas en este apartado fueron recogidas en primera instancia en el texto de la ponencia, que expuse en el Congreso de Expresión Gráfica Arquitectónica de Valencia: OTXOTORENA ELIZEGI, J. M.,y GONZÁ- LEZ PRESENCIO, M., «Representación y creación. Anotaciones al debate sobre el estatuto disciplinar del Area de Conocimiento de ExpresiónGráfica y de las asignaturas de Análisis de Formas Arquitectónicas», III Congreso de Expresión Gráfica Arquitectónica, Valencia 1990.
[2] Cfr., por ejemplo, SEGUÍ DE LA RIVA, J.,«Los departamentos de E.G.A. desde la experiencia en Análisis de Formas Arquitectónicas», Actas del I Congreso de Expresión Gráfica Arquitectónica, Sevilla 1986, pp. 30-32; y también, del mismo autor, «Notas acerca del “Dibujo de Concepción”», en la misma publicación, pp. 138-142.
[3] Cfr. SEGUÍ DE LA RIVA, J, NOGUEROL DEL RÍO, P., BERLANGA VALERA, M., PLANELL RODRÍGUEZ, J., «Toledo a través del lenguaje gráfico», en AA. VV., Comprendiendo Toledo, cit. Puede asímismo verse: SEGUÍ, J., y SNIJDERS, T. J. M., Tekenen van architektuur/ Drawing Architecture, Delft 1984; y también: COLORADO, M. yMARTÍNEZ SÁENZ, S., «El Departamento de Expresión Gráfica y el ámbito de Análisis de Formas desde una experiencia docente», Actas del I Congreso de Expresión Gráfica Arquitectónica, Sevilla 1986, pp. 15- 25.
[4] Siendo ésta únicamente una de sus muchas consecuencias posibles, puede atisbarse según lo dicho la necesidad y oportunidad de una contextualización mayor, o de una lectura más ponderada, del ya aludido fenómeno de las llamadas «arquitecturas dibujadas»; piénsese también, por ejemplo, en el famoso tema de la ‘deconstrucción’ y en la polémica que marca todavía sus expresiones y manifestaciones públicas.

Bibliografía

El autor tiene la bibliografia editada en el llbro de  “SOBRE DIBUJO Y DISEÑO A PROPÓSITO DE LA PROYECTIVIDAD DE LA REPRESENTACIÓN DE LA ARQUITECTURA”

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